Comer es una necesidad, un placer y a menudo un acto social. Cualquier celebración implica reunirse a comer, merendar…
Una alimentación equilibrada, es fundamental para estar sano, para sentirse bien física y emocionalmente. “Somos lo que comemos”.
La nutrición es además, uno de los pilares del antienvejecimiento. Una alimentación inadecuada se asocia, entre otros factores a un aumento de radicales libres, y aceleración de los procesos de envejecimiento.
Es fundamental que nuestra alimentación sea variada, equilibrada y suficiente. Debemos respetar los horarios de las comidas e intentar que nuestra comida sea sana, pero también sabrosa. Cada paciente tiene sus horarios, preferencias y hábitos adquiridos; hay que valorarlo y proponer los cambios necesarios, y dar las herramientas y recursos al paciente para que esto sea una tarea fácil y agradable.
Disponemos de analíticas más específicas para valorar la tolerancia a diversos alimentos, y marcadores de inflamación que nos serán de ayuda.
